¿Qué pasa cuando nuestro deseo sexual es mucho mayor que el de nuestra pareja?

A la Cama con 40

El sexo es positivo para las relaciones, hasta el punto que sin él muchas parejas no seguirían juntas, con mucha probabilidad.

El problema viene cuando uno tiene más ganas que el otro y no es capaz de "convencerle" de lo bueno que es el sexo.

Esta discrepancia, que se conoce como SDD (Sexual Desire Discrepancy), suele darse cuando la pareja lleva ya un tiempo unida. Al principio, el deseo es tal que suele haber bastante sincronía... cuesta decir no porque a los dos les apetece prácticamente siempre.

Los motivos son diversos: diferentes horarios de sueño, que uno esté más cansado que el otro por el tipo de trabajo que tiene o por el estilo de vida, problemas de salud o incluso problemas de pareja, que los dos no se lleven tan bien como antaño.

lo recomendable, es hablarlo y tratar de afrontarlo, buscando las razones que hacen que uno tenga tanto deseo y el otro tan poco y tratando de poner remedio: hacer más actividades juntos, buscar actividades por separado que activen un poco al que tiene menos deseo (pilates, yoga, ejercicio, etc.) y "aplaque" un poco al que tiene más deseo (algún deporte de relativa intensidad) y, en definitiva, tratar de cambiar un poco los estilos de vida y volver a "sincronizarse" un poco vitalmente, en el día a día, un re-enamorarse para que luego eso se vea reflejado también en la cama, o fuera de ella. Quizás innovar un poco y huir de la monotonía sexual puede ayudar a que los encuentros sexuales aumenten un poco y todo vaya mejor.

Y una vez se mejore un poco, con más encuentros sexuales, los dos se sentirán mejor, serán más felices (como hemos dicho al principio de la entrada) y podrán entrar en ese circulo vicioso en el que al tener más relaciones se es más feliz y al ser más feliz se tienen más relaciones.