5 tips para tener buen sexo
Tenemos la clave del éxito
Para gustos los colores, está claro. No existe la receta universal para que todos quedemos satisfechos en la cama, pero sí hay ciertas fórmulas que no fallan. Si siguen estos pasos al pie de la letra, les garantizamos ¡buen sexo!
La terapeuta experta en sexología Tammy Nelson habla en The Good Men Project de "claves para el buen sexo que se pueden aplicar a las parejas heterosexuales, homosexuales, jóvenes, adultas, casadas, que viven juntas o solteras".
El buen sexo se habla
No es como una charla sobre dónde ir a cenar o qué tal nos ha ido el día pero, como explica Nelson, "el sexo mejora drásticamente cuando puedes decirle a tu pareja lo que deseas en la cama".
Nadie puede leernos la mente sobre dónde nos gusta que nos acaricien, besen o agarren. Y lo que nos cuenten, leamos o llevemos media vida escuchando no tiene por qué coincidir ni con nuestras sensaciones ni con los deseos de la persona con la que estamos en la cama.
El buen sexo se planea
Nelson habla del ritual de depilarse, afeitarse, perfumarse, escoger la ropa o el sitio en el que encontrarse antes como "la anticipación sexual, especialmente importante para las mujeres" insiste la terapeuta. Si a este proceso añadimos mensajes sobre dónde vamos o van a besarnos, qué zonas queremos acariciar, qué prenda nos vamos a quitar primero o, en general, qué estamos deseando hacer, incrementaremos el deseo sexual.
El buen sexo es frecuente
"La gente suele decir que no importa cuántas veces se hace el amor, pero sí lo es, en especial para los hombres" comenta Nelson. Sin embargo, en el caso de las mujeres depende más del estado de ánimo por lo que la terapeuta recomienda que la excitación comience antes que el deseo (de ahí la importancia de anticipación sexual mencionada anteriormente).
El buen sexo es personal
Hay que mirarse a los ojos y el mayor placer se siente cuando ambas personas llegan al clímax a la vez. O no. Hay que desmitificar las creencias sexuales.
Habrá quien prefiera cerrar los ojos, hacerlo con la luz encendida, rodearse de espejos o que le aplasten la cara con una almohada. Cada persona es un mundo.