Caras vemos y corazones...¡sabemos!

Los seres humanos pueden diferenciar señales sutiles .

Los investigadores aseguran que los hombres generalmente prefieren rostros de mujeres que son percibidas como abiertas a relaciones sexuales de corto plazo, mientras que las mujeres buscan parejas más estables. El estudio también dice que los hombres con mandíbulas grandes y ojos pequeños son vistos por las mujeres como menos afines al compromiso. La investigación fue realizada a 700 personas con una edad promedio de 20 años y fue conducido por las universidades de Aberdeen, St. Andrews y Durham en el Reino Unido. Este estudio demuestra, según los científicos, que las personas pueden usar su percepción para tener mayor información al momento de escoger una pareja, dependiendo del tipo de relación que buscan. El experimento consistió en mostrar fotografías de hombres y mujeres a un grupo de voluntarios heterosexuales. Luego se pidió a los participantes que escogieran el rostro que ellos percibían como más abierto a relaciones sexuales de corto plazo, relaciones de una sola noche y sexo casual. También se les pidió que escojan la caras de aquellas personas con las que mantendrían relaciones a largo plazo, las más masculinas o femeninas, y en general las más atractivas. Instinto Posteriormente se compararon las percepciones de los voluntarios con las verdaderas actitudes de los sujetos que aparecían en las fotografías, determinadas previamente en un cuestionario. Este estudio demuestra que el instinto nos permite hacer este tipo de juicios para tener relaciones sexuales Lynda Boothroyd, Universidad de Durham Los resultados, según los investigadores, mostraron de una forma bastante precisa que las personas pueden juzgar a partir de una fotografía quién está interesado en una relación sexual fugaz o en un compromiso a largo plazo. Las mujeres abiertas a relaciones sexuales cortas fueron percibidas usualmente como más atractivas. Así mismo los hombres que buscan sexo casual generalmente fueron percibidos como más masculinos, con mandíbulas cuadradas, narices largas y ojos pequeños. "Este estudio demuestra que el instinto nos permite hacer este tipo de juicios para tener relaciones sexuales", le dijo a la BBC la doctora Lynda Boothroyd, del departamento de psicología de la Universidad de Durham, "tenemos una guía subconsciente que casi siempre acierta". "Los resultados sugieren que a pesar de que alguna gente puede juzgar la estrategia sexual de los otros simplemente mirándoles a la cara, no siempre están seguros de su impresión, quizás porque las pistas son muy sutiles". "Sin embargo las preferencias por diferentes tipos de rostros son bastante fuertes. Esto demuestra que estas impresiones iniciales pueden ser parte de la manera en cómo determinamos a nuestras potenciales parejas (o rivales) la primera vez que los conocemos". "Finalmente, con el paso del tiempo, esto abrirá el camino para tener un conocimiento profundo de la persona, y puede cambiar con la edad", concluyó Boothroyd. "No presuman" "Varios estudios previos han demostrado que las personas pueden juzgar mucho de otras por su rostro, incluyendo factores como salud o elementos de personalidad como la introversión", dijo el doctor Ben Jones, del laboratorio de Investigación de Rostros de la Universidad de Aberdeen. El rostro de la izquierda es asociado a relaciones de largo plazo. "Pero este es realmente el primer estudio que muestra que las personas también son sensibles a señales faciales sutiles que otros emiten para establecer una relación romántica", concluyó Jones. Pero el profesor David Perrett, psicólogo del Laboratorio de Percepción de la Universidad de St. Andrews, sugirió a los hombres que no presuman abiertamentesus intenciones. "Aunque los rostros muestran claves sobre actitudes sexuales, los hombres no deben presumir únicamente con su apariencia que desean algún tipo de relación", comentó Perrett. "De hecho, la mayoría de mujeres encontraron poco atractivos a tipos con apariencia promiscua, tanto para relaciones de largo y corto plazo", concluyó. Los resultados del estudio se publicaron este miércoles en la Revista de la Evolución y el Comportamiento Humano.